La popularidad de los juguetes para adultos ha aumentado en la última década y, de hecho, en el año 2020 la venta de juguetes sexuales ha alcanzado cotas nunca vistas. Parece ser que, en medio de una pandemia mundial, el placer no sólo es una distracción bienvenida, sino un bien valioso tanto para la salud mental y física de cada uno como para mejorar la relación de pareja.
Estudios recientes en el campo de la sexología sugieren que los tabúes que rodean a los vibradores y otros dispositivos destinados a aumentar el placer individual o mutuo se están disolviendo a medida que cada vez más personas (y parejas) recurren a un tipo de tecnología íntima para lograr unas relaciones sexuales más satisfactorias.
Porque aumentar el placer físico mejora, sin duda, el disfrute sexual. Pero, ¿cómo influye el uso de juguetes sexuales en la satisfacción que ambos miembros de la pareja obtienen de su relación en general? He aquí algunos beneficios.
Mejoran la calidad del sexo
¿Qué pareja no anhela tener un sexo más placentero? Los juguetes sexuales ayudan a las parejas a dar sabor a las cosas y a tener una variedad de experiencias excitantes a su disposición en el dormitorio para no caer en la rutina. Si su actitud sexual es lúdica y aventurera, su relación sexual será más satisfactoria a la larga, ya que al morbo del hecho en sí, se le añadirá la emoción y excitación que se siente al probar cosas nuevas.
Ayudan a la mujer a tener más orgasmos
¿Sabías que alrededor del 75% de las mujeres no pueden alcanzar el orgasmo mediante el sexo con penetración y que casi el 50% ha fingido un orgasmo al menos una vez en su vida? Cuando una mujer utiliza juguetes sexuales, sus posibilidades de alcanzar un orgasmo aumentan notoriamente. La mayoría de las mujeres necesitan la estimulación del clítoris para llegar al orgasmo.
Por eso, los juguetes sexuales (especialmente los vibradores) son una forma excelente de ayudarte a alcanzar el clímax. Al fin y al cabo, el mejor sexo es el que incluye un orgasmo de verdad para cada miembro de la pareja. ¿Por qué no añadir un anillo vibrador a vuestra próxima sesión íntima para ver qué tal?
Eliminan la posible presión del hombre
Muchos hombres pueden sentirse reemplazados e inadecuados cuando se utilizan juguetes sexuales en el dormitorio, y pueden creer que sus parejas obtienen más placer de estos objetos que de ellos: nada más lejos de la realidad. Un juguete sexual nunca puede sustituir el placer que produce sentir la química entre tú y tu pareja. No es un sustituto, sino una ayuda. En ocasiones, a la mujer le cuesta bastante rato llegar al orgasmo, y su pareja siente la presión de tener que aguantar todo ese tiempo para hacerla disfrutar. Con un juguete sexual, en cambio, si se da el caso de que el hombre llega al orgasmo antes que la mujer, puede continuar la diversión hasta que ella también lo haga. De esta forma, a los hombres se les quita la presión de actuar, lo que puede mejorar definitivamente la relación.
Ayudan a crear intimidad
Muchas mujeres no se sienten 100% cómodas con su cuerpo, y les cuesta trabajo mostrarse desnudas ante sus parejas, lo que a veces puede provocar problemas de intimidad a la hora de mantener relaciones. El uso de juguetes sexuales durante la masturbación mutua o el sexo puede reducir la ansiedad de estar desnudo y ayudar a crear más intimidad entre ambos, además de servir como juego preliminar.
¿Cómo empezar a introducir los juguetes sexuales dentro de tu relación de pareja?
Ve despacio. Si crees que tu pareja se va a poner nerviosa o va a rechazar tu sugerencia de utilizar un juguete sexual, no lo saques a bocajarro de una caja cuando ambos estéis desnudos. Empieza a hablar de ello poco a poco en escenarios no sexuales, como tomando un café en una cafetería, y no lo presentes como una propuesta de “todo o nada”. No hay nada que aporte más presión sexual a una pareja que decidir lo que se va a hacer sin condiciones y sin consultar al otro.
Si tu pareja no quiere, permite que rechace un juguete sexual, pero no te rindas. La parte de la pareja que rechaza la propuesta no debe sentirse presionada en ningún momento, pero no tengas miedo de volver a sacar el tema más adelante. Además, también puede ayudar empezar a introducir pequeños cambios en vuestras relaciones sexuales pero sin incluir directamente un juguete, como un pañuelo de seda para vendaros los ojos, o unos dados que os ayuden a decidir aleatoriamente qué posición de las que os gustan tenéis que utilizar. Una vez que se haya acostumbrado a probar cosas nuevas, podrás volver a proponerle la introducción de un juguete sexual que elijáis ambos para poder disfrutar juntos.